miércoles, 24 de abril de 2019

DUAL




I

Tú y yo acostumbrados

 al ritmo lento de los días

a la rutina de los quehaceres,

a la desidia de no escribir,

a la ingrata placida ausencia

de cualquier cosa,

solos aquí ante la gravidez del aire,

y la respiración ausente

y las voces del mundo,

inmersos en pensamientos

de que nada sea como ha sido siempre.

II

Atardecer entre las sombras

aparco las miserias

y destruyo los rastros

que cubro con tus ojos

mis tristezas.
III

Este viento de domingo frío

vestido para el hastío,

traje nuevo de silencios

para cubrir los vacíos.

IV

Desconocida, radiante, muy joven,

tus ojos vagaban.

Aferrabas su cintura,

Y todos mirábamos,

aunque distraída,

tu rostro apartado

fundiéndose en la lluvia

buscando aquel sueño,

irreal, que me contabas.

V

Aún cuando la muerte

nos separa de pronto,

cuando se hagan cansancio

las horas, los días y los años

cuando no estemos juntos

en las noches desveladas,

te seguiré en los infiernos

y en los cielos creados

para entenderse.

 VI

Sobre la calle solitaria

que absorbe cada gota de aire,

camina un poema,

extraviado y caduco,

que sabe a sal

y a tu cuerpo abandonado.

VII

Que más quisiera

que ser el paisaje que deseas,

el mar encendido,

la locura permanente,

que me amarás

con todos los riesgos.

PREGUNTAS

Es locura perderte en una playa Y buscar conchas y mirar al cielo? Es cordura comparecer sonriendo Y ceder a los adultos? Es sano canta...